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dissabte, 4 de febrer del 2012

L'ERE del Liceu? només del Liceu?

A la premsa podem anar llegint diferents notícies de la situació econòmica del Liceu de Barcelona. És un tema complexe, però encertada o no, la mesura que planteja la direcció del Liceu mostra una certa valentia. Per què? perquè altres institucions estan exactament en les mateixes i ho intenten amagar, amb mesures que possiblement l'única cosa que aconseguiran és allargar i fer més gros el problema. Disculpeu la brofegada, però com diuen a la Valldigna "la merda sempre flota". Tardarà, però, com en molts altres casos que estem vivim, al final si no s'adopten mesures esclatarà. Per tant, podem considerar-ho com una mesura valenta. Però és la més justa? No ho sabem nosaltres, però com a "treballadors", "obrers" i/o "artesans" de la música ens interessa la opinió dels nostres companys, i els donem un plus de veracitat. Al blog El Concertino ahir en parlaven sobre el tema. El més interessant ho trobem als comentaris.

Eduardo Vizuete diu:

Volvemos a lo de siempre. No me creo nada, lo siento mucho, pero esto no es un ataque contra la libertad artística del Gran Teatre del Liceu, nada tiene que ver con la programación ni nada de eso. Esto es un ataque frontal a los trabajadores, es un intento descarado por parte de la dirección para poner la opinión pública en contra de unos trabajadores que llevan años viendo cómo se merman sus derechos. No es más que una maniobra publicitaria para condicionar las negociaciones con los trabajadores y que estos no puedan decir ni mu. Pregunten la "idílica" situación del Teatro Real, esa que algún comentarista quiere copiar y no se sorprendan cuando les digan que el déficit que arrastra el teatro madrileño (aún con el aumento del patrocinio privado) es insostenible y hace que se viva bajo la amenaza de un ERE que afectaría al menos al 10% de la plantilla. Pero lo único que nos importa son los artistas de relumbrón. Las PERSONAS que llevan años dedicando sus vidas a que esos artistas puedan poner en pie todo lo que su caprichosa imaginación sueñe lo único que se merecen es un despido lo más barato posible y sin armar mucho ruido. Al final se arreglará la situación con nuevos recortes a la plantilla y nuevas condiciones abusivas y todo serán alabanzas para esa dirección que ha conseguido mantener la programación modernísima del Liceu y su lugar en el mundo operístico mundial del universo todo.


Witness diu:



El poder político, por otra parte, dispensador de las ayudas imprescindibles para el mantenimiento de tantas actividades culturales, tiene una aversión profunda por aquellos que pueden empequeñecer su papel preponderante, que pueden obligarle a ocupar un lugar menos central en la vida pública. Los actos culturales son,así, valorados en función de su capacidad para atraer el voto y, en último término, para redundar en la consolidación de un determinado grupo en el poder. En definitiva, a la inversión en cultura se le exige un rédito no en términos exclusivamente culturales sino fundamentalmente políticos.

Esta actitud tiene un nombre: filisteismo. Filisteo es quien mide el arte con parámetros utilitarios, quien ve la cultura con mirada exclusivamente materialista, quien sabe el precio de todo y el valor de nada. No voy a dar una definición del valor cultural porque resultaría presuntuoso por mi parte y en buena medida ocioso, pero sí a recordar que los productos culturales han de dar un algo más, un plus de realidad o de sentido que enriquezca nuestra percepción del mundo y nuestra vida interior. Medir esto sólo según la amplitud de la audiencia o el devengo de taquilla es camino seguro para terminar en la mediocridad y la atonía.



Comentaris interessants, el primer perquè posa de manifest com són els treballadors (músics d'orquestra, encarregats del vestuari, taquillers, etc.) els majors afectats, mentre la direcció i el star sistem s'aprofiten d'aquests retalls per reafirmar llur status. I el segon, perquè explica bona part de l'arrel del problema: l'ús de la cultura com a eina de propaganda política, o almenys, de la seua utilitat basada en paràmetres de rèdit polític.